CATÁLOGO | Panorama de narrativas
Cox o el paso del tiempo
A mediados del siglo XVIII, Alister Cox, el más prestigioso relojero y constructor de autómatas de Europa, llega a las costas de China tras una larga y accidentada travesía. Partió de Londres meses atrás, invitado por el todopoderoso emperador Quiánlóng, que desea que le confeccione unos relojes muy especiales.
Cox, junto con sus ayudantes, se aloja en la imponente Ciudad Prohibida, y empieza a fabricar mecanismos capaces de atrapar el sinuoso y cambiante ritmo del tiempo, de medir su transcurso tal como lo perciben los niños, los enamorados, los enfermos o los condenados a muerte… Pero mientras el artesano da forma a sus precisas maquinarias, empieza a darse cuenta de que no todo es belleza y sofisticación en el entorno en el que permanece casi prisionero. Percibe el miedo que se respira en la corte, donde una palabra o un gesto fuera de lugar pueden costarle a uno la vida, es testigo de castigos brutales, y su posición privilegiada lo convierte en blanco de envidias e intrigas palaciegas.
Y mientras se enfrenta a los recuerdos dolorosos de la tragedia familiar que ha dejado en Inglaterra y se ve arrastrado por el caprichoso comportamiento del emperador, Cox emprende la construcción de su obra maestra, un perpetuum mobile, un reloj capaz de medir la eternidad…
Escrita con la delicada precisión de un miniaturista, esta refinada novela, en la estela de Seda de Baricco, nos habla de la fascinación por Oriente, del amor y los fantasmas del pasado que nunca dejan de perseguirnos, de los excesos del poder absoluto, de la búsqueda de la belleza y la perfección, del vano intento de dominar el tiempo que se nos escurre entre los dedos… El resultado es un texto deslumbrante, sensual y majestuoso, de una exquisitez arrebatadora.
«Mecánica de precisión, el tiempo mismo convertido en novela. La narración adquiere tonos poéticos y ceremoniosos» (Ijoma Mangold, Die Zeit).
«Una novela fascinante que cuenta una historia fuera de lo común. Narrada con maestría y sutileza… Un relato rebosante de poesía y espiritualidad» (BÜCHERRezensionen.org).
«La estructura y el desarrollo del relato están tan logrados que permiten inscribir este libro de Ransmayr en el canon de la literatura universal» (Alessandro Barberi, medienimpulse.at).
«Una meditación sobre la belleza y la fugacidad» (Thomas Steinfeld, Süddeutsche Zeitung).
«Describe los excesos de todo poder, aunque sea el más civilizado… Ransmayr es un poeta de una precisión radical» (Nicolas Weill, Le Monde).
«Una reflexión melancólica sobre la vanidad del poder ante el espejo de la eternidad» (Philippe Chevilley, Les Échos).
«Épica e íntima…, desarrolla personajes complejos como el mecanismo de un reloj» (Emmanuelle Giuliani, La Croix).
«Una gran narración épica que es al mismo tiempo una fascinante novela de ideas… Una escritura rica y elegante… Cautivadora» (Jean-Claude Lebrun, L’Humanité).
«Fascinante; es además una reflexión sobre la fuerza del arte y una parábola sobre la eternidad» (Pierre Deshusses, Le Monde Diplomatique).
RESEÑAS DE PRENSA
A mediados del siglo XVIII, Alister Cox, el más prestigioso relojero y constructor de autómatas de Europa, llega a las costas de China tras una larga y accidentada travesía. Partió de Londres meses atrás, invitado por el todopoderoso emperador Quiánlóng, que desea que le confeccione unos relojes muy especiales.
Cox, junto con sus ayudantes, se aloja en la imponente Ciudad Prohibida, y empieza a fabricar mecanismos capaces de atrapar el sinuoso y cambiante ritmo del tiempo, de medir su transcurso tal como lo perciben los niños, los enamorados, los enfermos o los condenados a muerte… Pero mientras el artesano da forma a sus precisas maquinarias, empieza a darse cuenta de que no todo es belleza y sofisticación en el entorno en el que permanece casi prisionero. Percibe el miedo que se respira en la corte, donde una palabra o un gesto fuera de lugar pueden costarle a uno la vida, es testigo de castigos brutales, y su posición privilegiada lo convierte en blanco de envidias e intrigas palaciegas.
Y mientras se enfrenta a los recuerdos dolorosos de la tragedia familiar que ha dejado en Inglaterra y se ve arrastrado por el caprichoso comportamiento del emperador, Cox emprende la construcción de su obra maestra, un perpetuum mobile, un reloj capaz de medir la eternidad…
Escrita con la delicada precisión de un miniaturista, esta refinada novela, en la estela de Seda de Baricco, nos habla de la fascinación por Oriente, del amor y los fantasmas del pasado que nunca dejan de perseguirnos, de los excesos del poder absoluto, de la búsqueda de la belleza y la perfección, del vano intento de dominar el tiempo que se nos escurre entre los dedos… El resultado es un texto deslumbrante, sensual y majestuoso, de una exquisitez arrebatadora.
«Mecánica de precisión, el tiempo mismo convertido en novela. La narración adquiere tonos poéticos y ceremoniosos» (Ijoma Mangold, Die Zeit).
«Una novela fascinante que cuenta una historia fuera de lo común. Narrada con maestría y sutileza… Un relato rebosante de poesía y espiritualidad» (BÜCHERRezensionen.org).
«La estructura y el desarrollo del relato están tan logrados que permiten inscribir este libro de Ransmayr en el canon de la literatura universal» (Alessandro Barberi, medienimpulse.at).
«Una meditación sobre la belleza y la fugacidad» (Thomas Steinfeld, Süddeutsche Zeitung).
«Describe los excesos de todo poder, aunque sea el más civilizado… Ransmayr es un poeta de una precisión radical» (Nicolas Weill, Le Monde).
«Una reflexión melancólica sobre la vanidad del poder ante el espejo de la eternidad» (Philippe Chevilley, Les Échos).
«Épica e íntima…, desarrolla personajes complejos como el mecanismo de un reloj» (Emmanuelle Giuliani, La Croix).
«Una gran narración épica que es al mismo tiempo una fascinante novela de ideas… Una escritura rica y elegante… Cautivadora» (Jean-Claude Lebrun, L’Humanité).
«Fascinante; es además una reflexión sobre la fuerza del arte y una parábola sobre la eternidad» (Pierre Deshusses, Le Monde Diplomatique).