CATÁLOGO | Panorama de narrativas
Short Cuts
En el invierno de 1990, fracasado su proyecto para una película sobre Rossini, Robert Altman abandona Italia. Pide algo para leer en el avión, su secretaria le da varios libros de Raymond Carver, y cuando llega a los Estados Unidos, Altman tiene la certeza de que allí hay otra película. Absolutamente fiel al «estilo», a una visión de América, de unos tiempos y de una manera de vivir, y libre con respecto a «la letra», «las formas», «los personajes», Altman ha «dialogado» con Carver, ha entrelazado y combinado historias, ha movido los personajes de un cuento a otro, estructurando, a su manera y en otro medio, la novela que Carver escribiera con sus cuentos. El lector tiene ahora, aquí, Short Cuts, y quizá haya que comenzar a pensar, como Gore Vidal, que la «gran novela americana» que intentaran Mailer y tantos otros, es ésta: nueve cuentos, un poema, una película.
«Los cuentos de Raymond Carver están entre las grandes obras maestras de la literatura de los Estados Unidos» (lrving Howe).
«El estilo de Carver es tan despojado, tan escueto, que uno tarda en darse cuenta hasta qué punto toda una cultura, toda una moral, está representada incluso en sus ficciones más breves... Sin duda, la obra de un maestro» (Frank Kermode).
«Una de las más originales, más auténticas voces en la literatura de los Estados Unidos» (Salman Rushdie).
«La muerte no ha podido confinar a Raymond Carver al helado cielo de las celebridades desaparecidas. El escritor que se convirtió en un mito y en un modelo para toda una generación de aprendices más o menos talentosos está más vivo que nunca. Y su obra reaparece en la actualidad bajo otras formas, en otros medios, como en la película de Altman» (Raphaelle Rérolle, Le Monde).
«Ninguna película ha logrado una síntesis tan perfecta y vigorosa entre la obra de un gran escritor y un gran director de cine americanos... Una original estructura, en la que los magníficos relatos de Carver se entretejen como los temas de una sinfonía de jazz» (Newsweek).
RESEÑAS DE PRENSA
En el invierno de 1990, fracasado su proyecto para una película sobre Rossini, Robert Altman abandona Italia. Pide algo para leer en el avión, su secretaria le da varios libros de Raymond Carver, y cuando llega a los Estados Unidos, Altman tiene la certeza de que allí hay otra película. Absolutamente fiel al «estilo», a una visión de América, de unos tiempos y de una manera de vivir, y libre con respecto a «la letra», «las formas», «los personajes», Altman ha «dialogado» con Carver, ha entrelazado y combinado historias, ha movido los personajes de un cuento a otro, estructurando, a su manera y en otro medio, la novela que Carver escribiera con sus cuentos. El lector tiene ahora, aquí, Short Cuts, y quizá haya que comenzar a pensar, como Gore Vidal, que la «gran novela americana» que intentaran Mailer y tantos otros, es ésta: nueve cuentos, un poema, una película.
«Los cuentos de Raymond Carver están entre las grandes obras maestras de la literatura de los Estados Unidos» (lrving Howe).
«El estilo de Carver es tan despojado, tan escueto, que uno tarda en darse cuenta hasta qué punto toda una cultura, toda una moral, está representada incluso en sus ficciones más breves... Sin duda, la obra de un maestro» (Frank Kermode).
«Una de las más originales, más auténticas voces en la literatura de los Estados Unidos» (Salman Rushdie).
«La muerte no ha podido confinar a Raymond Carver al helado cielo de las celebridades desaparecidas. El escritor que se convirtió en un mito y en un modelo para toda una generación de aprendices más o menos talentosos está más vivo que nunca. Y su obra reaparece en la actualidad bajo otras formas, en otros medios, como en la película de Altman» (Raphaelle Rérolle, Le Monde).
«Ninguna película ha logrado una síntesis tan perfecta y vigorosa entre la obra de un gran escritor y un gran director de cine americanos... Una original estructura, en la que los magníficos relatos de Carver se entretejen como los temas de una sinfonía de jazz» (Newsweek).