CATÁLOGO | Panorama de narrativas
La luz del día
George Webb es un detective privado que se especializa en «asuntos matrimoniales». Era policía, con una carrera brillante, hasta que fue expulsado del cuerpo por corrupción. Tiene cerca de cincuenta años, una secretaria llamada Rita, eficiente y con un corazón de oro, una ex esposa, Rachel, que lo abandonó cuando lo expulsaron de la policía, y una hija veinteañera, con la que hace poco tiempo ha retomado la relación. Y un ritual a cumplir, que ha pasado a ser el centro de su vida: sus visitas cada quince días a Sarah, que fue su clienta, también en un cruel «asunto matrimonial», y que ahora está en la cárcel.
Con un estilo preciso, lacónico, que no perdona ningún detalle, pero también impregnado de un duro lirismo, George nos cuenta -y se cuenta, se explica a sí mismo-, estos últimos dos años que han cambiado su vida para siempre, desde el día en que Sarah vino a verlo para pedirle que siguiera a su marido, un prestigioso ginecólogo enamorado de Kristina, una refugiada croata. No era una relación clandestina, sino casi triangular, consentida por Sarah, que en un principio había invitado a la desesperada Kristina a vivir en su casa...
«La luz del día tiene una estructura pausada, precisa, perfecta, pero dentro de ese mapa tan bien dibujado, la historia que cuenta es salvaje y exagerada, sensacional, romántica, totalmente fuera de límites. En este tranquilo rincón del mundo civilizado, no hay casas seguras. Graham Swift es un experto cartógrafo del corazón humano, un genio para colocar las vidas más extrañas en el más provinciano de los paisajes ingleses» (H. Lee, The Guardian).
«Es lo más cercano a una novela "hablada" que he leído, lo que constituye un extraordinario riesgo. Pero vale la pena. Los placeres del libro se toman su tiempo en madurar, pero en el proceso te enseñan el arte de leer lenta y cuidadosamente, de crecer con la historia. Una novela excepcional» (James Wood, London Review of Books).
«El argumento es aparentemente simple, pero al desentrañar las contradicciones de sus protagonistas, sus cambiantes complicidades y confusas emociones, el autor le otorga una profundidad y una complejidad notables. Con su manera discreta, sin estridencias, reflexiva, Swift es un estilista de rara maestría» (Francis King, Literary Review).
«De una sobriedad deliberada, La luz del día ofrece una gran lección de narrativa... El efecto general es el de un poema, un poema estupendamente prosaico» (Adan Mars Jones, The Observer).
«La historia atrapa al lector como la mejor novela policiaca, pero asimismo es una novela refinadamente literaria, profunda, humana, a la vez lacónica y compleja (Sam Leith, The Daily Telegraph).
RESEÑAS DE PRENSA
George Webb es un detective privado que se especializa en «asuntos matrimoniales». Era policía, con una carrera brillante, hasta que fue expulsado del cuerpo por corrupción. Tiene cerca de cincuenta años, una secretaria llamada Rita, eficiente y con un corazón de oro, una ex esposa, Rachel, que lo abandonó cuando lo expulsaron de la policía, y una hija veinteañera, con la que hace poco tiempo ha retomado la relación. Y un ritual a cumplir, que ha pasado a ser el centro de su vida: sus visitas cada quince días a Sarah, que fue su clienta, también en un cruel «asunto matrimonial», y que ahora está en la cárcel.
Con un estilo preciso, lacónico, que no perdona ningún detalle, pero también impregnado de un duro lirismo, George nos cuenta -y se cuenta, se explica a sí mismo-, estos últimos dos años que han cambiado su vida para siempre, desde el día en que Sarah vino a verlo para pedirle que siguiera a su marido, un prestigioso ginecólogo enamorado de Kristina, una refugiada croata. No era una relación clandestina, sino casi triangular, consentida por Sarah, que en un principio había invitado a la desesperada Kristina a vivir en su casa...
«La luz del día tiene una estructura pausada, precisa, perfecta, pero dentro de ese mapa tan bien dibujado, la historia que cuenta es salvaje y exagerada, sensacional, romántica, totalmente fuera de límites. En este tranquilo rincón del mundo civilizado, no hay casas seguras. Graham Swift es un experto cartógrafo del corazón humano, un genio para colocar las vidas más extrañas en el más provinciano de los paisajes ingleses» (H. Lee, The Guardian).
«Es lo más cercano a una novela "hablada" que he leído, lo que constituye un extraordinario riesgo. Pero vale la pena. Los placeres del libro se toman su tiempo en madurar, pero en el proceso te enseñan el arte de leer lenta y cuidadosamente, de crecer con la historia. Una novela excepcional» (James Wood, London Review of Books).
«El argumento es aparentemente simple, pero al desentrañar las contradicciones de sus protagonistas, sus cambiantes complicidades y confusas emociones, el autor le otorga una profundidad y una complejidad notables. Con su manera discreta, sin estridencias, reflexiva, Swift es un estilista de rara maestría» (Francis King, Literary Review).
«De una sobriedad deliberada, La luz del día ofrece una gran lección de narrativa... El efecto general es el de un poema, un poema estupendamente prosaico» (Adan Mars Jones, The Observer).
«La historia atrapa al lector como la mejor novela policiaca, pero asimismo es una novela refinadamente literaria, profunda, humana, a la vez lacónica y compleja (Sam Leith, The Daily Telegraph).