CATÁLOGO | Panorama de narrativas
Réquiem
En un estado a mitad de camino entre la conciencia y la inconsciencia, entre la experiencia de lo real y la percepción del sueño, un hombre se encuentra, sin saber explicarse cómo, en una Lisboa desierta y tórrida al mediodía de un último domingo de julio. Sabe que tiene una misión que cumplir -en particular el encuentro con un personaje ilustre y desaparecido que, quizá, como todos los fantasmas, se presentará sólo a medianoche-, pero no tiene ni idea de cómo llevarla a cabo.
Se entrega así al flujo del azar, según una lógica que sigue las libres asociaciones del inconsciente. Y se encuentra frente a un recorrido que lo lleva a revivir el recuerdo de aquel día, a recorrer de nuevo algunas etapas fundamentales de su vida, a tratar de resolver los nudos de su estado alucinatorio.
La alucinación, el viaje y el sueño duran doce horas, durante las cuales se comprimen y se dilatan los tiempos de una vida: pasado y presente se mezclan para explicarse recíprocamente, muertos y vivos se encuentran en los mismos lugares, unos lugares que se fijan en una inmovilidad que nada tiene que ver con el tiempo.
Bajo la forma inédita de un diario de una experiencia misteriosa e iniciática, Tabucchi escribe un homenaje a Portugal, a la memoria de una región que le pertenece y a la cual profundamente pertenece, hasta el punto de haberla escrito en portugués.
«Un gran maestro: triunfa en el dificilísimo objetivo literario de prolongar el relato propio en la mente de los lectores» (Romana Petri, Leggere).
«Un libro que reorienta todo el trabajo precedente de Tabucchi» (Giugliano Gramigna, Corriere della Sera.)
«Nunca me había sucedido volver a leer una novela a las pocas horas de la primera lectura. Simplemente por renovar el placer... Réquiem es una novela extraordinaria, pero también es una autobiografía, un texto confesional, una carta de agradecimiento, un tratado de poética, una elegía, un adiós. Y también un manual de cocina, con recetas detalladas de deliciosos platos portugueses» (Angelo Guglielmi, L'Espresso).
RESEÑAS DE PRENSA
En un estado a mitad de camino entre la conciencia y la inconsciencia, entre la experiencia de lo real y la percepción del sueño, un hombre se encuentra, sin saber explicarse cómo, en una Lisboa desierta y tórrida al mediodía de un último domingo de julio. Sabe que tiene una misión que cumplir -en particular el encuentro con un personaje ilustre y desaparecido que, quizá, como todos los fantasmas, se presentará sólo a medianoche-, pero no tiene ni idea de cómo llevarla a cabo.
Se entrega así al flujo del azar, según una lógica que sigue las libres asociaciones del inconsciente. Y se encuentra frente a un recorrido que lo lleva a revivir el recuerdo de aquel día, a recorrer de nuevo algunas etapas fundamentales de su vida, a tratar de resolver los nudos de su estado alucinatorio.
La alucinación, el viaje y el sueño duran doce horas, durante las cuales se comprimen y se dilatan los tiempos de una vida: pasado y presente se mezclan para explicarse recíprocamente, muertos y vivos se encuentran en los mismos lugares, unos lugares que se fijan en una inmovilidad que nada tiene que ver con el tiempo.
Bajo la forma inédita de un diario de una experiencia misteriosa e iniciática, Tabucchi escribe un homenaje a Portugal, a la memoria de una región que le pertenece y a la cual profundamente pertenece, hasta el punto de haberla escrito en portugués.
«Un gran maestro: triunfa en el dificilísimo objetivo literario de prolongar el relato propio en la mente de los lectores» (Romana Petri, Leggere).
«Un libro que reorienta todo el trabajo precedente de Tabucchi» (Giugliano Gramigna, Corriere della Sera.)
«Nunca me había sucedido volver a leer una novela a las pocas horas de la primera lectura. Simplemente por renovar el placer... Réquiem es una novela extraordinaria, pero también es una autobiografía, un texto confesional, una carta de agradecimiento, un tratado de poética, una elegía, un adiós. Y también un manual de cocina, con recetas detalladas de deliciosos platos portugueses» (Angelo Guglielmi, L'Espresso).